La Felicidad de ser dominicanos...
La felicidad general de un pueblo descansa en la independencia general de sus habitantes.
Nuestra nación de la República Dominicana desde el año 1821 se vio hundida en un subyugado entristecido, abordado de lágrimas amargas perseguidas de grandes angustias y desesperación.
¿Pero creen ustedes dominicanos y dominicanas que un día no brillaría nuestra aurora?
Tras el paso de veintidós años fue más que suficiente para ver hecho realidad aquella gloria tan esperada.
Momento que un grupo de hombres y mujeres dominicanos, como fueron: Juan Pablo Duarte Y Diez, Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella, Juan Isidro Pérez, Jancito de la Concha, Benito Gonzales y mujeres como María Trinidad Sánchez, Concepción Bona, Rosa Duarte. Entre otros dominicanos llenos de almas libres y entusiastas que no pudieron resignarse a vivir tranquilos ante el ruido de las cadenas de la patria. Llegando hacer este su único pensamiento y el sacrificio de todo.
He de recordar un 27 de febrero del año 1844 una quisquilla que volvió a renacer, completamente libre e independiente de toda potencia extrajera.
Reconociendo soberanos que si hoy somos independientes es gracias a un grupo de líderes que decidieron dejar empeñados su honor y su conciencia como ellos mismos lo juramentaron.
Gracias a ese grupo de líderes hoy el Politécnico María Auxiliadora junto a autoridades distritales, maestros, coordinadores y estudiantes celebra por todo lo alto el mes de la patria.
Himno a Mella
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Letra.......: Ramón Emilio Jiménez
Música...: Julio Alberto Hernández
No fue nunca la divisa del
instinto de matar,
ni fue el rígido instrumento
de la fuerza militar
provocando las groseras
ambiciones del poder:
Fue tu espada la divisa
del honor y del deber.
Fiel discípulo de Duarte, comprendiste el ideal,
y sirviendo los destinos
de la causa nacional,
Disparaste tu trabuco,
que rugió como León,
despertando las conciencias
y clamando redención.
La Bandera fue tu culto,
la Bandera fue tu altar,
y dijiste: Cuando vaya para
siempre a descansar,
que ella envuelva mi cadáver.
Y moriste con honor en los brazos
siempre abiertos de la enseña tricolor.
Y después, cuando quisieron
de la fosa recoger
tus cenizas venerandas,
un milagro pudo ser:
Encontraron la bandera,
la Bandera tricolor,
reviviendo en sus matices
la grandeza de tu amor.
Con el orgullo de sentirnos dominicanas y dominicanos los alumnos del Politécnico Fundación MIR María Auxiliadora ( niñas) y MIR Esperanza (niños); desfilan por las calles de la ciudad demostrando ante todas las autoridades su talento. Con este derroche de dominicanidad clasificamos para la exhibición de marcha del 13 d marzo ante todo el pueblo de La Romana.
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